La Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, “Los Coloraos”, hunde sus raíces en la antigua imagen del Cristo de la Columna, presente en Bullas desde 1793 y procedente de los bienes confiscados a los Jesuitas de Murcia. No ha sido posible, hasta ahora, fijar el momento concreto de la fundación de la Cofradía, aunque un documento parroquial la menciona ya en julio de 1885. En esos momentos los primitivos coloraos desfilarían ya junto a las otras tres hermandades pasionarias bullenses en unas procesiones que habían adquirido un formato similar al actual dos décadas antes.La Guerra Civil hace desaparecer al titular y casi todo rastro de la Cofradía, que necesitará más de una década para reorganizarse y volver a salir a la calle, todo ello gracias al farmacéutico D. Esteban Figueroa, el gran artífice de aquella auténtica refundación. A la nueva imagen del titular Cristo de la Columna (1951) se unen nuevos pasos que irán engrosando el patrimonio de la agrupación, la Virgen de las Angustias (1952) y el Cristo Crucificado (1959).
Tras una profunda renovación en la Junta Rectora acaecida en los primeros años 70, la Cofradía sigue creciendo con nuevas incorporaciones tanto de hermanos cofrades como de tallas: Ecce Homo(1972), el Descendimiento (1975) y la Cruz Triunfante, dirigida a la nueva Procesión del Resucitado creada a comienzos de aquel decenio de gran crecimiento para la Semana Santa de Bullas que también significó la adquisición de la sede de la calle de la Balsa.
A partir de los años 90 se asistió a una nueva expansión del patrimonio colorao con la llegada de las imágenes de la Caída (1991), el Ángel con la Cruz Triunfante (2001) o el nuevo Ecce Homo (2008), reforzado aún más gracias a la renovación de los distintos tronos que culminó en 2013. Otro importante proyecto se hizo realidad en 2009 cuando inicia su andadura la Agrupación Musical Preciosísima Sangre de Cristo destinada principalmente a acompañar a la Cofradía en su participación en las procesiones.
El 5 de marzo del año 2022, tras dos años de espera por la Pandemia, se bendijo y presentó a la ciudadanía «La Coronación de Espinas», esta nueva obra viene a enriquecer el Patrimonio de la Cofradía y el de la Semana Santa de la localidad. Esta cofradía ha confiado el trabajo al escultor murciano D. José Antonio Hernández Navarro, que repite encargo tras el del Ecce Homo en 2008. El nuevo grupo escultórico, está compuesto por un Cristo sedente, un legionario romano, en pie, -ataviado con el uniforme típico de época de Tiberio destacado en Judea- en disposición de colocar la corona de espinas y la columna de la flagelación.